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Hace un poco más de un año, me convertí nuevamente en mamá. No ha sido fácil, así como ser mami primeriza tiene sus retos, esto no se queda atrás. Te quiero hablar de lo que he aprendido durante este año y darte unos consejos si vas a ser mami de dos.
Aunque todas las experiencias son distintas, es bueno leer o escuchar de experiencias ajenas y diferentes, así uno se prepara para lo que le toca.
Quedé embarazada por segunda vez cuando mi mayor tenía dos años. No lo planifiqué, pero Dios sabe que siempre quise que mis bebés se llevaran, más o menos, tres añitos. Creo que es lo mejor, y en eso estoy contenta, ya que cuando llego la bebé, la grande no usaba pañal ni se pegaba a mi pecho para su leche materna.
Aquí tres consejos de una mami de dos:
1 | Prepárate para su llegada
Algo que me ayudó mucho durante mi embarazo, fue la edad de mi nena mayor, tenía más de dos añitos. Así que comenzamos a prepararnos para la llegada de la bebé.
Primero, comencé poco a poco a despegarla de mi pecho por la noche, pues todavía la lactaba mucho. Segundo, comenzamos a ponerla en su cama finalmente. Tercero, le compramos un potty (bacinilla), para irla preparando a ir al baño. ¡Y lo logramos! No es lo mismo tener dos bebés y que los dos estén en pañales, a que ya uno esté listo para ir al baño.
Así que así mismo, habla con tu pareja y conversen, ¿cómo pueden prepararse para la llegada de bebé?
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2 | Cada Bebé es Diferente
Uno de los peores errores que pude cometer, es pensar que como ya era mami, sabía cómo sería todo y que sería muy fácil. ¡Qué muchas cosas me tomaron por sorpresa! Mi segunda bebé fue TAN DIFERENTE… ¡realmente no sabía cuánto la experiencia iba a cambiar!
El mayor error que cometí con mi segunda bebé fue no observar cuidadosamente su comportamiento y reacciones, a todo.
A mi primera bebé no le sacaba los gasesitos, porque nunca tenía. Nunca tiró gases, ni vomitó… realmente no sabía lo fácil que había sido. Mientras, mi segunda hija no sólo tiraba gases y devolvía la leche ¡sino que no podía dormir por gases! Algo que llegué a descubrir después de par de semanas.
Así que, tuve que cuidar mi dieta y evitar alimentos que produjeran gases para evitar que su estomaguito sufriera. ¿Qué aprendí? Sácale siempre los gases a tu bebé, siempre. Si al dormir se mueve mucho y le suena el estómago, son gases. Para ayudarle, pon a bebé boca abajo con tu supervisión, o cuida tu dieta si estás amamantando.
No sólo le dio problemas los gases, sino que pasaba más de una hora llorando y nunca sabía por qué. Logré identificar (súper tarde), que lloraba desconsoladamente siempre que yo comía o tomaba lactosa. Así que, me volví mucho más estricta con mi dieta para que no le afectara.
Todo esto lo hubiera resuelto más temprano, si me hubiera quitado de la mente que ya esto lo sabía hacer, que era una mami experimentada y nada podría ser diferente. Así que si vas a ser mami de dos, prepárate. Cuando dicen “cada bebé es diferente” es porque CADA BEBÉ ES DIFERENTE. Mantente a la expectativa y observa comportamientos en todo momento para notar diferencias, y cómo podrías ayudar mejor a tu nuevo bebé.
3 | No te limites
Este consejo podría ayudarte si estás hasta embarazada por primera vez. Una de mis hermosas mentoras que Dios me ha regalado, me dio uno de los mejores consejos como mami. Me dijo: “El bebé es el que llega a sus vidas, no al revés. No cambien su vida ahora solamente porque tienen un bebé.”
¡Qué muchas mujeres se quedan encerradas 6 y 9 meses, simplemente porque ya son mamis! No le tengas miedo a salir, ni con un bebé ni con dos.
Busca maneras de salir cómodamente, quizás con una mochila ergonómica de bebé, o a lo mejor con un coche doble. Al salir, ellos se entretienen en el carro, hasta se duermen, y muchas veces aprovechas ese tiempito a solas. Mientras más se acostumbren a salir, mejor se van a comportar afuera, y más, si es parte de su rutina.
Hoy en día mis niñas juegan juntas. La segunda es más adelantada que la primera fue a su edad, ya que la ve a ella como ejemplo. Recibo el doble de amor y afecto, y ninguna se sale de mi lado. Al principio fue fuerte, pero ahora estoy sumamente agradecida… ser mami de dos es una bendición.
Esa noche que llegó mi segunda bebé fue muy importante. Mi primogénita pasó la noche con su tía, y no con mami y papi. Aun así, a la mañana siguiente la vistieron muy bonita para conocer a su nueva hermanita. Cuando entró al cuarto del hospital, la bebé no estaba en brazos de mami o papi, sino que estaba en su cunita. Ella la miró, y luego la invitamos a abrazarla junto a nosotros en la cama. Ahí la conoció por vez primera, y el momento fue inolvidable. También, ¡la bebé le trajo un regalito especial! Y ahí… todos lloramos por su cara de felicidad.
¡Ese momento es único! Todo se trata de prepararse de antemano, qué hacer ahora que pueda ayudar en la llegada de bebé y recordar que cada bebé es diferente, no esperes que la experiencia sea la misma. Si vas a ser mami de dos… ¡Felicidades!
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